Obedeciendo a esta profunda convicción te ofrezco en los siguientes escritos algunas herramientas, ciertos caminos que en mi experiencia y en la de varios amigos a los que he aconsejado han ayudado a desarrollar nuestra capacidad de relacionarnos.
Esta es seguramente la más importante de la historia. Cada uno de ellos de nosotros deberíamos sentarnos a pensar qué es lo que nos agradaría que tuviera esa persona singular que estamos buscando. Únicamente el compartir intereses no necesariamente nos asegura que la relación sea triunfante.
Si bien tengo ciertas diferencias con el modelo propuesto por Gottman, soy un leal simpatizante y lo integro desde hace varios años a mi práctica clínica. Además, realizo talleres de pareja basados en él y creo que son por lejos el mejor regalo de matrimonio que se puede hacer.
¿Quieres tener una muñequita de carne y hueso entre tus manos? ¿Quieres jugar con ella a esos juegos íntimos y prohibidos con los que siempre y en todo momento soñaste jugar? Puesto que ahora tienes la oportunidad de hacerlo.
De ahí que se me antoja fundamental que le hagas saber a tu pareja que la necesitas, que tu vida no sería la misma sin ella. No es cuestión de decírselo (que también puedes hacerlo), es cuestión de demostrárselo, hacerle sentir que eres quien eres gracias a ella y que es de ti.
¿Recuerdas la escuela secundaria cuando tu amigo te logró una cita a ciegas y le preguntaste por su apariencia? Te dio una palmada en la espalda y dijo: ¡Oh, tiene una enorme personalidad! Ese fue el indicio de que deberías traerle un collar de pulgas en lugar de un ramillete.
Avanza y encuentra olores dulces, césped suave, rocas llanas, agua, el sonido de las campanas o bien el fragancia de las rosas. Suavemente baje a su compañero a la hierba a fin de que pueda gozar de su suavidad contra su piel. Si existe algún espacio plano, arrójalo sobre la hierba. Déjalo gatear en la yerba.
Este término teórico asimismo se aplica de forma práctica en el terreno de la seducción. Y aquí nos vamos al tema de crear complicidad, o nosotros contra el mundo. Se procura buscar rechistes en común, códigos en común.
¿Y si ella te demuestra que quiere besarte nada más conocerte? Si consideras que eso sólo se hace al final de la noche, considera que no sólo puedes limitar las opciones de comportamiento sino más bien también limita la atención de tus pensamientos.
Además, eran 2. No había forma de ponerse tierno con una en presencia de la otra. Esa otra que, por cierto, me comunicó que, tan pronto como regresara a Inglaterra, cogería un aeroplano para las Canarias, esta vez con su boyfriend. O Canarias o los plátanos le tenían sorbido el seso.
