La ilustradora de la que estamos hablando es Gerda Wegener
Pasaron varios meses en el que sus juegos se iban intensificando, era capaz de hacer aquello que se le antojara con ella, siempre y en toda circunstancia claro está consensuado. A esos juegos se le agregaban las fantasías de hacer partícipes a terceras personas, salir al exterior y practicar otros juegos.