Soy Anna, una señorita catalana de gran belleza y deliciosa educación
Esta transmutación prodigiosa no es el resultado de un proceso esotérico o bien cabalístico sino del mecanismo trivial del mimetismo que nace del intento de trascender o llegar a ser, de una forma desviado, a base de poseer objetos cariñosos que nos harán felices a partir del momento en que los poseamos.
