No estoy mojado y es bastante difícil para mi hombre entrar en mí
En nuestra cultura, sin embargo, el mundo de los pequeños está muy separado del de los adultos; la adolescencia, que pudiese ser un puente entre ambos, no es más que la continuación de la niñez, en la cual siguen prevaleciendo los derechos y los privilegios, con escasas responsabilidades.