El juego de la amplificación
Eso y, la verdad, también nos gusta contar lo malo que nos sucede. Por servirnos de un ejemplo, si sospechas que tu mujer te podría estar engañando, le cuentas a tus amigos. Les cuentas pues precisas apoyo para tus teorías y, para estar acompañado en un momento tan duro como es el suponer que te engañan.