Es curioso, la mayoría de mis amigas aseveran lo mismo: a los 30 años todos y cada uno de los hombres están cogidos. Sí, sí, de verdad, tienen tan asumido que no hay hombres libres (error: los hombres opinan que no quedan mujeres que valgan la pena, ¡venga ya!) y luchan por conquistar a los ya ocupados.
No chilles o afirmes cosas de las que puedas arrepentirte. Puede parecer recomendable en el instante, mas los recuerdos quedan, y no conseguirás nada, salvo agitar los ánimos. La asertividad es comunicar tus deseos y necesidades sin levantar la voz.
Espero tu llamada para concretar nuestro encuentro. Estoy segura de que vas a adorar cada instante que pases conmigo.
Buf el día de hoy te veo muy tensa (nerviosa, o enfadada) y creo que será mejor que te quedes en tu casa y yo en la mía, porque también he tenido un mal día y creo que es mejor que no fortalezcamos nuestras energías negativas.
Esto puede interferir, aunque no sea siendo consciente de ello, con su habilidad para disfrutar de los instantes más íntimos. Y, desde luego, este cambio… esta inhibición de su … es su respuesta sensible ante una situación que (evidentemente) prosigue afectándola.
La hiperfrenia es un trastorno cuantitativo de la estructura de la conciencia en el que existe un nivel aumentado de la atención y de la alerta, así como una exaltación de la esfera sensorial, motórica, cognitiva y cariñosa.
El cuarto fallo es meditar que las mujeres gozan enhebrar vibradores, palos, manos y otras cosas, realmente bien, genial, pero ¿recuerdas lo que dije en el primer texto? ¿Que los musulmanes cortan el clítoris para que no sientan placer y solo se usen para la penetración? Entonces, ¿de qué manera
Me haría muy feliz si me ayudas con esto. No con regaños, ni con protestas, ni con cantaleta. Utiliza un tono suave y exprésale lo verdaderamente esencial que es para tí. No se te ocurra decir: ¿Cuántas veces tengo que decirte que me ayudes a sacar la basura? y bla, bla bla.
Pero en resumen, esta es una muestra de que todas y cada una de las experiencias robustecen la iluminación de las personas y por tanto la humanidad va flotando cara un camino espiritual de evolución incesante, en el que no existe la involución.
Hola llevo por nombre Laia, soy una joven catalana, dulce, educada y muy elegante. Mi cuerpo es esbelto y frágil, repleto de sutiles y excitantes curvas. En mí, encontrarás una acompañante implicada que te va a hacer gozar y va a saber complacerte como te mereces.
